sábado, 15 de agosto de 2009

Tirar de la manta

Empezaré con un dato: a día de hoy, cerca de un centenar de “manteros” se encuentran en prisión cumpliendo condena por delitos contra la propiedad intelectual. Ahí queda eso…

En esta situación me parece imprescindible, como reza el título del post, tirar de la manta y destapar lo que bajo ella se oculta. Los manteros, esos peligrosísimos criminales que pueblan nuestras calles, vendiendo productos que amenazan nuestra forma de vida y la continuidad misma de nuestra civilización, acaban, en buena parte de los casos, dando con sus huesos (y poco más porque, la verdad, carnes no tienen muchas) en la cárcel.

Sin entrar a valorar el régimen de los derechos de autor, ni el p2p, ni el canon, ni nada de eso (que ya habrá otros artículos al respecto) me gustaría valorar el tema concreto del fenómeno del top manta y su tratamiento social y judicial.

Desde el punto de vista social, del ciudadano, me llama poderosamente la atención ver artistas que se manifiestan en contra de tales medidas pero no van más allá, por ejemplo, eximiendo expresamente a dichos “criminales” del supuesto daño que les han causado para que se les pueda absolver en el correspondiente juicio o, al menos reducir ese supuesto daño causado. Y esto sería tan sencillo como hacer una comunicación expresa a la sociedad de gestión de sus derechos de autor en tal sentido. Pero claro, eso sería, parece, pedir peras al olmo.

Por su parte, Teddy Bautista, presunto artista, quien, dato curioso, interpretó a Judas en Jesucristo Superstar (ya apuntaba maneras el mozo) manifiesta “Me parece mal que haya manteros en la cárcel” en la misma entrevista en la que dice que “los que atacan a la SGAE siguen tácticas fascistas” casi na’. Ya la hemos liado…


http://www.acam.es/noticia-11441-me-parece-mal-que-haya-manteros-en-la-carcel.html
http://www.sgae.es/recursos/documentacion/entrevistas_2009/PCD_elperiodico_010309.pdf

En fin, aunque me tache de fascista, en mi opinión el problema es que, aunque al “jefe” le parezca mal, lo cierto es que la entidad que preside se persona como acusación en los procedimientos contra los manteros o, en el mejor de los casos le envía al Ministerio Fiscal enormes informes periciales (como se puede imaginar se trata de peritos súper-independientes) en los que se valora el daño económico producido por cada una de las copias que le hayan encontrado al senegalés de turno. Por cierto, ahora que caigo, si soy un fascista ¿Qué hago yo defendiendo a negros? Está claro que lo mío no tiene arreglo.

Es decir, que me parece mal que vayan a la cárcel, pero colaboro en cuanto puedo para conseguirlo. Lo suyo tampoco tiene arreglo ¿eh?

En fin, entrando ya en materia jurídica, he recibido un articulo titulado “La determinación de la responsabilidad civil en las conductas de los manteros. Uso y abuso por parte de las empresas de gestión de los derechos de autor” escrito por Julián C. RÍOS MARTÍN, José Luis SEGOVIA BERNABÉ y Manuel GALLEGO DÍAZ en el que, refiriéndose a la responsabilidad civil (indemnización económica asociada a la comisión de un delito) que se les impone a los manteros, establece en sus conclusiones la gran dificultad que existe para atribuírsela a éstos, por diferentes motivos (reproduzco literalmente):

"1.- Tiene que acreditarse la existencia concreta de un perjuicio para la declaración de la responsabilidad civil; sin ella no se puede entrar a valorar la extensión de la misma conforme a lo establecido en el art. 272.2 CP. Ello exige la acreditación de la venta de al menos un CD.”
“2.- La determinación de la extensión de la responsabilidad civil no puede hacerse sobre los CD que aún no se hayan vendido, sino sobre los que efectivamente lo hayan sido. Por tanto, ha de exigirse, necesariamente, que se acrediten los CD efectivamente enajenados, pues de lo contrario no se puede afirmar que ha sido comprado por persona alguna y, por tanto, ésta aún tiene acceso a comprarlo en el mercado, lo que significa que el perjuicio aún no ha sido causado.”
“3.- Falta la relación de causalidad, pues no se deriva de la acción el daño que se pretende, basándose la pretensión indemnizatoria en meras suposiciones no acreditadas.”
“4.- El peritaje debe hacerse por peritos independientes y nunca por los pertenecientes a las empresas de gestión. En todo caso, debe motivarse la elección del criterio que sirve de base para cuantificar el supuesto daño causado y justificar la cuantía que se señala.”

Todas estas, aunque se refieren a la responsabilidad civil (es decir, la indemnización) no son en absoluto menores, porque se trata generalmente de sumas de miles de euros, imposibles de asumir para el mantero condenado y el impago de dichas cantidades puede suponer que se les niegue la suspensión de la condena y tengan que ir a prisión o que, cuando estén cumpliendo en prisión dicha condena, no les sean concedidos beneficios penitenciarios precisamente porque no han hecho frente al pago de las cantidades impuestas en concepto de indemnización por la sentencia que les condenó.

En fin, a perro flaco, todo son pulgas.

Pero, aun más, es que en el terreno penal yo tengo serias dudas de que se pueda acreditar generalmente que se ha cometido un delito contra la propiedad intelectual en sentido estricto. Os dejo unas preguntas que a mí siempre me rondan la cabeza:

¿Se puede demostrar que una venta más del top manta equivale a una venta menos en las tiendas de discos-cine? Porque, si no es así, a lo mejor esa venta no causa perjuicio a la propiedad intelectual de nadie y sin perjuicio, no habría delito.

Alguien que compra una peli grabada por un tío con una videocámara en el cine (con los comentarios, risas, toses, etc. de los espectadores de la sala) ¿está adquiriendo el mismo producto que se vende en las tiendas, se expone en los cines, etc.? Porque yo tampoco lo tengo muy claro... Y eso por no entrar en la presentación del producto y las diferencias con el original (si yo, con mis grandes dotes para el dibujo, pinto El Grito, ¿estoy perjudicando los derechos de autor de Much?)

Si la venta de un producto en el top manta equivale a la pérdida de una venta en el mercado oficial, ¿por qué no tienen ambas obras un valor ni siquiera parecido?

Incidiendo sobre algo que ya se ha apuntado, en caso de que exista perjuicio, éste se calcula por las obras que se le incautan al mantero (y que, por tanto aun no ha vendido) pero, ¿no sería más lógico calcularlo por las que haya vendido efectivamente?

Ya sé que algunos pensareis que son ideas un tanto peregrinas, así que espero vuestros comentarios, críticas y/o amenazas.

Se abre la veda.

jueves, 6 de agosto de 2009

La Ley del Miedo

Me gustaría empezar este blog con un post sobre una materia que profesionalmente no me atrae demasiado, aunque como observador privilegiado me fascina: los juzgados de violencia sobre la mujer.

No me malinterpretéis, no me pone en modo alguno el ambiente de mal rollo que todos hemos respirado en el "Pequeño Quito", como llama un buen amigo y compañero a los pasillos de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer un lunes por la mañana, a lo que me refiero es a la manera en que se aplica la denominada Ley de Violencia de Género por parte de policías, jueces, fiscales y, cómo no, abogados.

Impera en esta materia una máxima que el operador jurídico de turno aplica inexorablemente para su autoprotección y, lo que es peor, muchas veces desoyendo a las partes implicadas en los hechos, particularmente la mujer maltratada. Se trata de un modo de comportamiento que el poli-fiscal-juez-abogado de turno aplica tras una breve reflexión arqueando las cejas: "Yo, por si acaso...."

Lo mejor de esta frase es que es un comodín que puede completarse con lo que al usuario más le provoque: Yo, por si acaso, detengo/pido la orden de protección/concedo la orden de protección/condeno y así un largo etcétera.

Pero lo que más me llama la atención es el "...yo, por si acaso..." y, sobre todo, sus motivaciones. En mi opinión, se trata, simplemente, del miedo atroz a hacer lo políticamente incorrecto en cualquier caso. Y así, por ejemplo, sucede que en esos múltiples casos en los que no existe una verdadera situación de maltrato (y todos sabemos cuáles son, no me vengáis ahora con historias) el policía piensa: "Sí, aquí no hay maltrato, pero yo, por si acaso, le detengo", con lo que el individuo en cuestión es esposado y llevado a calabozos donde pasa una magnífica noche all-included.

A la mañana siguiente (con suerte) es conducido amablemente a la sede de los Juzgados correspondiente donde el fiscal piensa: "Sí, aquí no hay maltrato, pero yo, por si acaso, pediré el alejamiento y que sea el Juez, si quiere, el que lo deniegue". El Juez, a su vez, piensa "Sí, aquí no hay maltrato, pero yo, por si acaso, concederé el alejamiento y que sea otro el que lo revoque" (la Audiencia Provincial en vía de recurso, o cualquier otro que pudiera ser competente).

Y así, el sujeto del que antes hablábamos, que no ha maltratado a su señora, pasa de su noche all-included a un régimen de multitud de noches nothing-included porque hay que buscarse la vida para encontrar nueva residencia a la velocidad del rayo, so pena de cometer un delito de quebrantamiento de condena y ahí sí que la hemos cagao...

En mi experiencia personal, el otro día viví en mis carnes (mejor dicho, en las de mis clientes) uno de estos esperpentos que si se supieran, obligarían a las librerías a pasar "El Proceso" de Kafka a las estanterías de No-Ficción Ahí va la historia:

Paco, y su mujer Luisa (obviamente, los nombres son falsos) regresan a casa de un saturday-night-party y mientras se disponen a acostarse comentan las mejores jugadas (fulana se ríe mucho contigo -no mujer, es una amiga -una zorra es lo que es...etc). Una cosa va llevando a la otra y la bronca conyugal esta servida: gritos, insultos y algún que otro golpe sobresaltan en plena noche al vecino de abajo. Éste no está seguro, pero piensa "yo, por si acaso, llamo a la poli".

Al cabo de un rato, llega la poli y Paco les abre. Un poco a causa del alcohol, otro poco a causa de la bronca con Luisa y otro poco por lo que siente como una intromisión en su vida íntima, le suelta cuatro frescas a los señores agentes y les invita a tomar el camino inverso al seguido hasta ahora.

Los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado hablan con Paco, con Luisa, echan un vistazo y no encuentran nada que les haga pensar que allí hubo algo más que una bronca marido-mujer. Paco niega haber golpeado a Luisa. Luisa niega que Paco la haya golpeado. No obstante, los agentes piensan lo que ya sabemos que suelen pensar y detienen a Paco, que pasa una hermosa noche en los calabozos.

Por la mañana, lo llevan al Juzgado de Guardia de Villarriba donde Paco y Luisa niegan la existencia de maltratos de ningún tipo, pero, como ya os podéis imaginar, el Fiscal solicita y el Juez acuerda la concesión de la orden de alejamiento "por si acasoooo....". Además, es sólo por un día, porque el lunes están citados en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Villarriba, asi que no passa naaaaa.

Lunes, 09:30 in the morning: Un aguerrido abogado se persona en la sede del Juzgado para confirmar, una vez más, que el hecho de que se nos cite siempre a las 10h. no va a hacer que Su Señoría llegue al Juzgado antes de las 11h. Total: cafés varios con el cliente hasta que casi llega la hora de las cervecitas (por fortuna pagó él).

Cuando, por fin, estamos todos, Luisa comparece en la Secretaría del Juzgado y pide expresamente, que se alce la medida de alejamiento acordada por el Juzgado de Guardia, porque no quiere pasar otra noche sin Paco en casa. Love is in the air. Casi escucho a Calamaro ("porque sí, porque sí, porque sí, porque en esta vida no quiero pasar más de un día entero sin ti..."). La Juez (nótese que no uso la palabra en femenino porque me daría un aneurisma cerebral y porque yo aun creo en el uso neutro del masculino como me enseño Lázaro Carreter ¡COPÓN!) me mira y me dice "La verdad es que no veo qué sentido tiene en este caso haber acordado el alejamiento, pero en fin..., le daremos traslado al Fiscal para que informe y ahora les notificamos".

Todo parece resuelto: el amor ha triunfado y nunca más volverá a estar en peligro. Parece el capítulo de una sitcom tipo "Los Problemas Crecen" donde, al final, todo vuelve a la normalidad...

...Pero nos olvidábamos del pensamiento miedoso (acojoningthinking) y el Fiscal decide que, por si acaso, pedirá que se mantenga el alejamiento, que hay muchas mujeres que necesitan ser protegidas de sí mismas y que ocultan los malos tratos tras un velo de apariencia, lo que claramente sucedía aquí (¿o quizás sólo sucedía en su mente enferma?).

Total que, una vez roto el hechizo del momento ya me espero cualquier cosa, la Juez decide que, ya que el Fiscal lo ha pedido, por si tiene razón, acordará el alejamiento, no vaya a ser que nada más salir del Juzgado, Paco le de 53 puñaladas a Luisa y luego venga la prensa a pedir su cabeza...

Cuando me notifica la resolución ya no está la Juez que antaño me miró a los ojos para proclamar su adhesión a mi causa, no. Ahora es una funcionaria del Juzgado quien actúa como intermediaria entregándome un papelote que dice que mi cliente es peligroso porque se ha probado que grita cuando se enfada y es imperativo tomar las medidas necesarias "para evitar males mayores" (¿que grite más fuerte aun? me pregunto yo, ingenuo).

Paco y Luisa deben salir del Juzgado por caminos separados. Se alejan, sin dejar de mirarse a los ojos ( lo que me hace temer el atropello de alguno de los dos, al estilo de ¿Conoces a Joe Black?)

http://www.youtube.com/watch?v=VDdN_b6TjYo

Aun no tenemos Sentencia (espero que sea absolutoria, pero nunca se sabe). Siguen obligados a no contactar entre sí. Hace ya dos meses...

Y, mientras tanto, en otra parte, leo: "Cuatro de cada 10 mujeres asesinadas este año había denunciado previamente a su agresor"

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/08/04/espana/1249386052.html

...asco de sistema...